miércoles, 2 de septiembre de 2009

La castidad de Lulú

La castidad política de Lourdes Flores Nano, la primera mujer presidenciable del Perú, ha sido cuestionada.

Por extensión connotativa de la palabra castidad, nos referimos a la reputación de incorruptible,ciudadano libre de toda sospecha, que suelen ostentar algunas personalidades públicas, independientemente de que sus ideas y propuestas susciten aceptación o rechazo.

En el escenario político peruano son escasos los líderes que no tengan “rabo de paja” o, como dicen los mejicanos de aquellos que “esconden la cola porque se la pisan”.

De Fernando Belaunde Terry se decía, por ejemplo, que su honradez y honestidad jamás estuvo en tela de juicio y que todos los aspectos negativos de sus dos periodos gubernamentales se debieron a ciertos personajes que lo rodearon. “Las malas juntas” como se dice en criollo.

Los humoristas y caricaturistas sublimaban su candor político colocándolo sobre una nube.

La lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), se ha ganado bien ese prestigio de insospechable.

¿MANOS LIMPIAS?. Contando las razones que le asisten (Foto: Crónica Viva)

En las últimas batallas electorales por la Presidencia de la República le llovió de todo. Desde representante de los grandes empresarios, racista, “pituca”, candidata de los ricos, pero nadie pudo asociarla, ni por asomo, a los círculos infamantes de la corrupción, mucho menos del narcotráfico.

A lo más se le increpó poca perspicacia política por incluir en sus listas de candidatos y círculos de asesoramiento a personajes vinculados a la corrupta dictadura fujimorista.

Cuando la doctora Lourdes Flores, aparentemente preparaba una nueva estrategia para postular por tercera vez a la más alta magistratura del país en el 2011, aparece colocándose en el ojo de una tormenta insólita, asumiendo la presidencia del directorio de la nueva aerolínea Peruvian Airlines.

¿De quién es Peruvian Airlines? Nada menos que de César Cataño Porras, acaudalado empresario, corredor de autos, personaje sospechoso por presunto lavado de dinero proveniente del narcotráfico, presuntamente vinculado al narcotraficante Gustavo Guzmán Rojas.

¿Quiénes la acompañan a ese directorio? Otros personajes igualmente cuestionados como el ex capitán FAP Mario Alcántara, cabeza visible de Peruvian Airlines, quien, según el programa de TV Cuarto Poder, fue castigado por medidas disciplinarias en setiembre de 1976.

Según ese informe Alcántara trabajó con Alfredo Zanatti en Aeronaves del Perú, una de cuyas naves de carga se estrelló en agosto de 1980, en México, repleto de cocaína.

¿Cómo se estableció el vínculo entre Lourdes Flores y Cataño? Según lo cuenta la propia lideresa pepecista a partir de su estudio jurídico, donde ella ha podido comprobar y corroborar hasta la absoluta convicción de que se trata de un empresario completamente honesto y honrado, “surgido desde abajo” y por quien ella pone las manos al fuego.

El país se pregunta asombrado: ¿No será que a ella le están poniendo el fuego en las manos y –quién sabe por qué motivos- no tiene más que soportarlo y asumirlo?

“A veces defender lo que uno cree, puede tener un costo", respondió con firmeza y con una amplia sonrisa la doctora Flores ante las cámaras de televisión.

Pero ahora ya no se la ve como una política sin tacha defendiendo los intereses de la gran empresa, sino como una experimentada abogada asumiendo el rol de gran empresaria, sin que esta circunstancia signifique, ni mucho menos, trasgredir la ley ni la moral. Salvo, claro está, que se compruebe más adelante que los capitales y los propietarios de la línea aérea resulten ilegales o dudosos.

¿Y de dónde viene su experiencia y prestigio en el campo de la abogacía?
Casi de la misma época en que hizo sus primeros pasos como lideresa política. No olvidemos que ingresó al PPC a los 18 años de edad, apadrinada por Luis Bedoya Reyes, otro frustrado candidato presidencial.

Egresada y doctora de las universidades Católica del Perú y Complutense de España, sus especialidades profesionales son el Derecho Civil y Mercantil. Uno de sus primeros cargos como abogada lo desempeñó en el entorno de Elías La Rosa cuando fue ministro de Justicia. Se recuerda que Lourdes Flores realizó un censo penitenciario, corroborando que la mayoría de los reclusos no habían sido condenados.

Se ha dicho que, en circunstancias excepcionales, para una persona honesta sí es posible caminar por el fango sin mancharse los pies. Por el bien del país y de nuestras desprestigiadas instituciones políticas, los peruanos esperamos que este sea el caso de Lourdes Flores Nano.

Video de la defensa de Cataño

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