de la vida,
escucho ya tus pasos
¡sin retorno!
Y esta tarde gualda,
desolada,
mi corazón es un ave
herida,
muy adentro.
Mi sombra
casi ya desaparece,
dando tumbos
en el rictus amargo
del ocaso...
C.T.V. 29/5/93 (*)
- Foto: Ojodigital.com
* Cumpleaños número 52 de Alcira