- Escrito por Carla Vanessa, el 14 de mayo de 2014
No conocí tanto como hubiera querido al entrañable periodista César Terán y en estos momentos en que ha partido a la eternidad, envidio un poco a quienes sí lo tuvieron entre sus amistades tanto laborales como personales. Porque un redactor, investigador, poeta y bohemio como él ya andan escaseando por estos días en que impera la pluma fácil y que se vende al mejor postor. Atrás quedaron las célebres crónicas escritas desde los más recónditos rincones de la Tierra en que cazurros como Manuel Jesús Orbegozo, Ismael León o Jorge Salazar iluminaban las páginas de los diarios. También atrás quedó el afán por el saber, por acercarse a cultivar el arte del lenguaje, a través de la lectura voraz. También cultivó una de las artes más difíciles y complejas, pero bella como ninguna, como la poesía.
Fue jefe de informaciones del diario La República por muchos años y cuentan quienes lo conocieron que era uno de esos viejos, cultos y puntillosos jefes que se apasionaba con su trabajo y no era para nada mezquino a la hora de dar cátedra en periodismo.
![]() |
Foto: Jorge Luis Verástegui |
Descanse en paz don César y disfrute de los sabores de la eternidad al lado de su esposa e hijo quienes partieron antes a los brazos de la inmortalidad y a quienes de seguro tanto extrañaba. En la tierra queda el otro retoño y nosotros sus amigos quienes lo confortaremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario