viernes, 18 de enero de 2019

Feliz cumpleaños Lima


Por César Terán Vega, 18 de enero de 2012

Lima es como esa misteriosa mujer bella y tirana, "te suelta la soga" cada vez que te sientes atrapado y quieres otear nuevos horizontes, pero luego te jala y te sujeta, cual sirena, a sus dulces y esclavizantes faldas

No nací en Lima por dos días, calle Corcovado, jirón Cusco. Mi madre viajó a nuestra tierra, Cajamarca. De cuando en vez solía venir con mis padres a la capital, de vacaciones. Cuando vine a residir y estudiar Derecho en mi amada Universidad Nacional Mayor de San Marcos ya tenía 17 años. Me afinqué en la Rica Vicky, luego compartí mi residencia en el romántico y soñado barrio de Abajo el Puente.

Como estudiante sanmarquino recuerdo, como no, que viví intensamente en nuestra incomparable Casona del Parque Universitario y en la Ciudad Universitaria. Como alumno de periodismo en la hoy Universidad Jaime Bausate y Meza compartí con mis compañeros intensas e inolvidables vivencias en el reminiscente barrio de Santa Beatriz.


En mis correrías periodísticas y románticas viví creo que unos tres meses en la inolvidable calle Loreto de los Barracones del Callao.Como reportero he peregrinado por todos los vericuetos de esta Lima colosal, entrañable y también ingrata. Es mi vieja, rumorosa y rutilante amante. Desde Palacio de Gobierno hasta las casuchas de esteras de Lomo de Corvina. Desde los laberínticos cerros poblados de casas superpuestas, hasta las fastuosas casas de los barrios residenciales. ¡Ah! y no hablemos de los amigos, artistas, maestros universitarios, apasionadas mujeres, trotamundos como yo, obreros, gentes humildes y marginadas.

Aquí en Lima descansan para siempre Alcira, mi eterna e irremplazable amada, mi hijo Dante adorado, mi padre y maestro, mi madre bendecida y entrañable. Lima es como esa misteriosa mujer bella y tirana, "te suelta la soga" cada vez que te sientes atrapado y quieres otear nuevos horizontes, pero luego te jala y te sujeta, cual sirena, a sus dulces y esclavizantes faldas. Se siente celosa cada vez que me envuelve la nostalgia y vuelvo a mi tierra madre, mi ciudad andina. Seguramente aquí moriré si es que un día de estos no me da la gana de embarcarme hacia ignotos puertos.

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