sábado, 6 de marzo de 1993

Cuba correrá el riesgo de buscar nuevos mercados

- Se abrirán las puertas al capital extranjero
- Apertura económica es una gran preocupación para Fidel Castro

DESDE LA HABANA.- En un esfuerzo por propiciar una apertura política sin precedentes y en medio de las asechanzas derivadas del derrumbe total de la Unión Soviética y del bloque de Europa del Este, el gobierno socialista que encabeza desde hace 34 años Fidel Castro busca ahora vencer solo al implacable bloqueo económico impuesto por Estados Unidos.
Y en esta hora dramática signada por una aguda escasez de combustibles, alimentos básicos, repuestos e insumos para la industria, el 24 de febrero culminó aquí con un respaldo popular masivo irrefutable en un proceso electoral que, por primera vez, permitió a todos los cubanos mayores de 16 años elegir directamente a 589 diputados de la Asamblea Nacional y 1,200 delegados ante las Asambleas Regionales.

El mismo día 24, al culminar las elecciones que tuvieron, por cierto, características muy distintas a los tradicionales comicios de las democracias representativas del mundo capitalista, el propio Fidel Castro admitió ante más de 100 periodistas extranjeros venidos de más de 70 países que, en el campo económico, su gobierno se propone abrir las puertas al capital externo y buscar nuevos mercados que le permitan romper el asfixiante aislamiento.

Fidel Castro. 1993
CON LA PRENSA. Fidel Castro invita a los periodistas extranjeros a dialogar con el pueblo para que comprueben el apoyo masivo que tiene su gobierno, pese al duro bloqueo mantenido por Estados Unidos contra la isla.

Esta doble estrategia (política y económica) tuvo su punto inicial en los acuerdos del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba que se celebró aquí en 1991.
Ese congreso, calificado por el poderosos Comité Central de PCC, como "el más democrático", propició que el 2 de noviembre del año pasado se aprobara una nueva Ley Electoral.
Por primera vez desde que triunfó la revolución cubana esa ley establece la realización de elecciones periódicas para elegir a los miembros del Parlamento o Asamblea Nacional del Poder Popular y a los delegados ante las Asambleas Regionales y Municipales.
El artículo 1º del mencionado dispositivo (Ley Nº 92) consagra también la institución del referéndum como mecanismo de consulta popular.
A diferencia de lo que pretenden en el Perú el presidente Alberto Fujimori y su mayoría parlamentaria (otorgar al Presidente de la República la facultad de convocar a un referéndum), el Estatuto Electoral cubano dice:
"Esta Ley regula...d).- La votación de los referendos convocados por la Asamblea Nacional del Poder Popular".
Minutos después de votar en su distrito de Santiago de Cuba el día 24 por la mañana, el comandante Fidel Castro dijo a La República que, precisamente, será la nueva Asamblea Nacional la que decidirá en el futuro los temas que podrían motivar la convocatoria eventual de uno o más referendos.
Le preguntamos entonces si esos referendos también podrían ser convocados por iniciativa popular como suceden en otros países.
Castro no admitió ni descartó esa posibilidad y dijo que tendría que analizar el tema más detenidamente para dar una respuesta definitiva.
La importancia de esta apertura o avance democrático dentro del modelo socialista cubano radica, según lo han reconocido la prensa internacional y organismos como el parlamento Latinoamericano, en que, por primera vez en 34 años de revolución, se establece que para más de 7 millones de ciudadanos con capacidad de elegir y ser elegidos en este país, "el voto es libre, igual y secreto".
Otro detalle que debe interesarnos a los peruanos, ahora que estamos en pleno proceso de reforma constitucional, es que el artículo 3º de la Ley Electoral cubana otorga el derecho a voto a los miembros de las fuerzas Armadas.
Ese artículo dice textualmente: "Todos los cubanos, hombres y mujeres, incluidos los miembros de los institutos armados, que hayan cumplido los 16 años de edad, que se encuentren en pleno goce de sus derechos políticos, y que no estén comprendidos en las excepciones previstas en la Constitución y la ley, tienen derecho a participar como electores en las elecciones periódicas y referendos que se convoquen".
De acuerdo al texto legal, las próximas elecciones serán convocadas aquí dentro de dos años, para elegir a los delegados a las asambleas locales o municipales y dentro de cinco años para elegir a los nuevos miembros de las asambleas regionales y de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
También se dispuso y se cumplió, ante la atenta mirada de los periodistas extranjeros, que el escrutinio o recuento de los votos sea en acto público y no a puerta cerrada como se acostumbra en el Perú.
En gesto simbólico, orientado sin duda a desmentir las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos en el sentido de que en Cuba impera una dictadura militar dura y policiaca, las autoridades cubanas dispusieron que las ánforas donde los ciudadanos depositaron su voto estuvieran bajo la "vigilancia" de niños en edad escolar llamados aquí "pioneros".
Muchos periodistas de medios de comunicación cuya posición frente al régimen de Castro es muy crítica, sobre todo aquellos provenientes de Estados Unidos y sus aliados Gran Bretaña, Alemania, Francia, quisieron cuestionar el proceso electoral por la ausencia de la clásica contienda entre candidatos, jalonada por polémicas virulentas y campañas publicitarias millonarias.
Otros también criticaron el hecho de que no se consideraban como válidos los votos blancos y nulos.
Inclusive, un grupo de periodistas extranjeros prefirieron seguir el proceso electoral en esta ciudad y no en Santiago de Cuba donde votaron y postularon Fidel Castro, su hermano Raúl y otros altos dirigentes del Comité Central de PCC.
Era evidente que quienes prefirieron quedarse en La Habana buscaban compulsar y cuantificar un supuesto descontento creciente y masivo de la población habanera con el gobierno socialista de Fidel Castro.
El índice de ausentismo, votos nulos o blancos en La Habana, sin embargo fue reducido: 10 por ciento.

Elecciones en Cuba 1993
PARTICIPACIÓN POPULAR. Cubanos de diversas edades participaron de los comicios.

En cambio la concurrencia a las urnas a nivel nacional fue de 99,6 por ciento, según informó 48 horas después de cerrados los escrutinios el ministro de Justicia y presidente de la Comisión Nacional Electoral, Carlos Amat.
Hubo otras diferencias muy marcadas entre estos comicios y los de otros países.
En principio la propaganda electoral desarrollada por el Estado bajo la conducción del propio Fidel Castro se centró en un solo objetivo: lograr una votación abrumadora, contundente y pedir al pueblo cubano que no votara a favor de determinados candidatos y en contra de otros sino ¡por todos!
Fue la consigna del "voto unido" agitada como un grito de guerra por Fidel, los dirigentes principales del Comité Central del PCC, por los líderes de la juventud cubana, de las organizaciones femeninas y repetida con fervor por miles y miles de hombres y mujeres que participaron en manifestaciones multitudinarias.
¿Cuál fue el objetivo de esta campaña tan sui generis y tan incomprendida por algunos periodistas de los países desarrollados?
Fidel Castro respondió a esta interrogante en un conversatorio en el que participó conjuntamente con tres destacados periodistas cubanos y que fue trasmitido por la televisión en toda la isla:
- Era necesaria -dijo Fidel- una respuesta contundente y definitiva a los enemigos de la revolución que alimentaban el bloqueo y nos acusan de dictadores y de gobernar contra nuestro pueblo.

Mitin en Cuba 1993
MASA. La juventud cubana expresó en las elecciones su rechazo al bloqueo.

Según el conductor de la revolución cubana, esa respuesta contundente a Estados Unidos solamente era posible logrando una votación muy alta y eligiendo a todos los candidatos propuestos por los propios electores en un proceso que se inició en octubre del año pasado.
Cabe anotar que, de acuerdo a la Ley Electoral, para ser elegido diputado o delegado a una asamblea regional o municipal es necesario alcanzar por lo menos la mitad más uno de los votos válidos.
La gran preocupación del gobierno era que si los electores se inclinaban por tales o cuales candidatos el voto se iba a dispersar y muchos candidatos no serían elegidos por no alcanzar el porcentaje mínimo.
Los opositores al régimen expresaron entonces que las elecciones serían un engaño pues se estaba presionando a los electores para que votaran por todos los candidatos, supuestamente impuestos por el gobierno de Fidel Castro.
Fidel y las autoridades regionales de las provincias de La Habana y de Santiago explicaron que el proceso electoral, "único en el mundo y el más democrático que existe", empieza en los barrios y manzanas de cada ciudad o localidad con la elección vecinal de los primeros candidatos a delegados municipales.
Luego, el 20 de diciembre, se llevó a cabo otro proceso similar para elegir a los candidatos a delegados ante la Asamblea Regional del Poder Popular de cada provincia.
Así, sucesivamente, continuó el proceso hasta elegir a los 589 candidatos para el nuevo parlamento o congreso, llamado de acuerdo a la Constitución cubana, Asamblea Nacional del Poder Popular.
Fidel Castro aclaró también que en este proceso no intervino el Partido Comunista de Cuba y que fue el pueblo el que eligió a sus candidatos desde las propias bases, escogiendo para ello a los miembros de su comunidad con mayores méritos.
El ministro Carlos Amat, al dar los resultados de las elecciones, informó que la mayoría de los candidatos son miembros del Partido Comunista.
Fidel dijo luego ante las cámaras de televisión que esta información, lejos de avergonzar a los miembros de PCC, tiene que llenarlos de orgullo y satisfacción.
En sus encendidos discursos, en sus declaraciones anta la prensa internacional, en sus posteriores reflexiones y balances, el líder cubano recalcó siempre que el sistema socialista implantado en Cuba no permitiría nunca las campañas electorales que se llevan a cabo en los países capitalistas.
"Aquí nuestros candidatos son elegidos por nosotros mismos, por conciencia propia, sin presiones de ninguna clase y no como en otros países donde ganan los candidatos millonarios que pueden financiar fabulosas campañas electorales", manifestó en Santiago de Cuba.
De acuerdo a la información oficial, de los 589 diputados electos ante el nuevo Parlamento, 18 son campesinos, 237 trabajadores de la salud, 34 maestros, 39 investigadores científicos, 10 estudiantes, 11 juristas, 13 escritores y artistas, 11 periodistas, 19 miembros de las Fuerzas Armadas, 8 funcionarios del Ministerio del Interior, 42 dirigentes del Partido Comunista de Cuba, 15 miembros de los órganos locales del poder Popular, dos pastores religiosos, entre otros.
La presencia de estos últimos también es consecuencia de la apertura del Partido Comunista hacia la religión expresada en una resolución del IV Congreso.
Ahora ya se puede en Cuba ser militante del PCC y a la vez profesar una religión.

El Fantasma del Consumismo
Parafraseando el Manifiesto Comunista lanzado por Marx y Engels, que decía que "un fantasma recorre Europa: el comunismo", podríamos decir ahora que la sombra del fantasma del consumismo amenaza extenderse por todo Cuba y acabar con una de las últimas trincheras socialistas que quedan en el mundo.
Y es que, pese a la avasalladora victoria electoral del "voto único" en Cuba, el durísimo bloqueo económico y comercial mantenido por Estados Unidos y agudizado por el derrumbe de los demás países socialistas, está obligando al gobierno cubano a flexibilizar su política económica y su modelo sociopolítico.
El propio Fidel Castro expresó, con toda franqueza y sin ambages, sus preocupaciones en torno a las consecuencias que puede traer una política de apertura económica en este país.

Fidel Castro. 1993
PREOCUPADO. Castro confiesa sus inquietudes por la obligada apertura del régimen. (Foto: César Terán).

El líder cubano recalcó que la fuerza de Cuba radica en el fervoroso e insobornable apoyo de su pueblo a la revolución socialista y sus conquistas en los campos de la alimentación, la salud, la ciencia y la educación.
Pero también admitió que el impulso del turismo implica serios riesgos como los brotes consumistas que se manifiestan en el ejercicio de la prostitución, el mercado negro, el robo y otras lacras en un sector minoritario y lumpen principalmente de La Habana.
El turismo en Cuba ha entrado en una marcha creciente que podría llegar hasta el florecimiento como industria y fuente de divisas.
El gobierno cubano ha abierto las puertas al capital extranjero, pero en forma aún tímida y con tendencia progresista.
En el campo del turismo, por ejemplo, se ha celebrado convenios con empresas españolas con mucho prestigio y experiencia en ese campo.
Sin embargo, este fenómeno tiene sus riesgos e inconvenientes para el futuro del modelo socialista cubano.
Esto se refleja en detalles que no tienen importancia aparente, pero que entrañan muchas interrogantes para el futuro.
Por ejemplo, una de las grandes dificultades para el desarrollo del turismo en Cuba era la deficiente atención que existía en los hoteles , restaurantes, servicios de taxi, espectáculos públicos, etc.
Aquí se produjo entonces el viejo enfrentamiento entre la competencias de la empresa privada como motor del desarrollo según la óptica capitalista y la igualdad social como ideal socialista.
Y frente a la dureza del llamado "periodo especial" por el que atraviesa Cuba, el gobierno se ha visto obligado a transigir y flexibilizar su modelo.
Debido a las deficiencias en los servicios turísticos, ha tenido que recurrir a los incentivos y autorizar la propina para los trabajadores de ese sector.
Antes recibir propina en dólares de un turista era delito en este país donde las sanciones contra la corrupción son muy severas e inflexibles.
En la noche del 24 de febrero, Fidel calificó a la propina como un "invento diabólico del capitalismo", pero reconoció que era necesaria para incentivar a los trabajadores de los servicios turísticos.
"La hemos autorizado experimentalmente, para ver que pasa", dijo Fidel y anunció que, posiblemente, se tengan que abrir tiendas especiales para que los trabajadores puedan comprar lo que deseen con el producto de sus propinas en moneda extranjera.
No se sabe que podrá ocurrir cuando los trabajadores de otros sectores productivos vean que ellos aceptan disciplinadamente el racionamiento alimentario y pasan muchas penurias para conseguir aunque fuera una libra de carne de res o un pequeño tarro de leche condensada, mientras que un sector laboral adquiere por primera vez un privilegio desconocido en 34 años de revolución socialista.

Guarapera Cuba 1993
NO SE PUEDE OCULTAR LOS PROBLEMAS. Los efectos de la nueva coyuntura internacional y la apertura al turismo son evidentes, pero la mayoría de la población se identifica con el gobierno socialista y está dispuesto a defenderlo.

Pero la apertura económica podría aún tener una mayor envergadura en Cuba en el mediano plazo .
Irene Jarry, la periodista del diario conservador de París, Francia Le Figaro, le preguntó a Fidel en Santiago de Cuba si es que su gobierno no estaba dispuesto a seguir los pasos de China Comunista en la aplicación del llamado socialismo de mercado.
Contra lo que la propia Irene había pronosticado, Fidel Castro habló con mucho respeto de la experiencia china y reveló que el gobierno cubano está observando "con mucho interés" los pasos del socialismo de mercado.
Sin embargo, dijo que hay una abismal diferencia entre la realidad cubana y la de China comunista.
"China no es un país bloqueado como Cuba. Nosotros estamos aún muy lejos como para ensayar un socialismo de mercado, no estamos preparados para ello", argumentó Castro.


Dependencia ante la URSS fue exagerada
- Castro reconoce que revolución se equivocó

Reflexionando en voz alta frente a toda la prensa del mundo, Fidel Castro explicó que el impacto del bloqueo norteamericano es muy duro para el pueblo cubano porque la revolución se equivocó al caer en una exagerada dependencia de la Unión Soviética.
Muchos de los presentes interpretaron esta reflexión como una autocrítica tardía, pero también como una necesaria rectificación.
Cuando nadie podía imaginar siquiera la debacle soviética, Moscú nunca permitió que Cuba desarrollara su propia ganadería y otras fuerzas productivas potenciales.
¿Para qué? decían los jerarcas del Kremlin si a Cuba se le aprovisionaba de carnes, leches y grasas en cantidades más que suficientes para las necesidades de su población.
La URSS siempre cuidó que sus aliados menos poderosos en lo posible sean monoproductores para asegurar una dependencia permanente y "leal".

Mujeres cubanas 1993
INGENIO. Estas mujeres cubanas siembran hortalizas en lo que era el jardín de sus viviendas.

Preciso es recordar que ya en los albores de la revolución cubana se produjo un enfrentamiento en torno a este modelo de dominación soviético.
El Che Guevara, por entonces ministro de Industrias del naciente estado socialista de Cuba, defendía la tesis del autosostenimiento de la isla, tesis que no fue vista con buenos ojos en los soviéticos.
Luego de la caída de la URSS y viéndose "sola contra Roma", Cuba ha asumido ahora muchos desafíos, como es el caso de desarrollar su propia ganadería y diversificar su producción agropecuaria sin abandonar su liderazgo azucarero.
Pero el desafío más grande, similar al que asumió David frente a Goliat, es el de romper o por lo menos aflojar el bloqueo y por ello es que ha tenido que replantear su estrategia política y económica. Los resultados de esta doble apertura se verán en los próximos meses.



Artículo publicado en el diario La República, el 6 de marzo de 1993.
Fotos: César Terán Vega

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