lunes, 6 de febrero de 2012

Iván Thays, entre réplicas y dúplicas

Se está victimizando y, a la vez, sacralizando a nuestro laureado escritor y nutrólogo Iván Thays.

Es natural que esto ocurra en un país tropical como el Perú. Algunos exageran hasta presentarlo como un adalid de la libertad de expresión en la era global, otros caen en lamentables arrebatos de intolerancia y chauvinismo de la más baja estofa.

Con modestia, me permito poner algunos puntos sobre las íes y virgulillas sobre las eñes. Claro que nuestro buen Iván no es un ningún escritor bendito ni maldito. Es un parroquiano más de la gran chingana globalizada.



Reconozco y defiendo su libérrimo derecho a decir lo que le gusta, nadie se lo ha impedido, tanto es así que ha ejercido su facultad de réplica y lo ha hecho con brillante estilo.

No es ninguna víctima. Cuando un escritor se lanza a la arena pública tiene que tener plena conciencia de que a sus lectores les asiste ese mismo derecho, para eso el homo sapiens ha inventado la polémica, el debate, el intercamio de ideas, conceptos y visiones.

Si Iván opta por nadar contra la corriente que lo haga. Eso no quiere decir que todo contestatario tenga la razón, algunos la tuvieron y la tendrán, felizmente, como aquellos que afirmaban, a pie firme, que la tierra era redonda, a riesgo de sus propias vidas, o que el hombre debe cultivar el amor y el perdón por encima del odio y de las guerras.

Yendo al punto crítico y bastante anecodótico de Thays, decir que la comida peruana (en su totalidad, se entiende, porque el escribidor de marras no hace excepción alguna) es empalogosa y dañina para la salud, es porque a él, seguramente, le deleita la comida "internacional" (¿existe?), o talvez la de algún país ignoto, menos la de su madre tierra que lo vio nacer y alimentó su primera infancia.

En fin hay mucho pan que rebanar aunque tenga demasiado carbohidrato para el gusto de los señoritos. Ojo, no vale picarse y mucho menos con rocoto y culantro. !Ya se me antojó prepararme mañana temparano un soberbio tacu tacu montado y su negro café de Chanchamayo!